Guido Peredo y Adair Pinto – Bolnews.press
Washington – Buenos Aires.- Fuentes altamente confidenciales (de la Policía Boliviana) denunciaron que más de 980 narco-vuelos salieron del Beni rumbo a Brasil, Paraguay, e incluso México en medio de la pandemia. La fuente que pidió mantener su nombre en reserva (envió 3 emails a nuestra redacción) por miedo a represalias, asegura que “extrañamente el gobierno mantuvo muchas zonas rojas del Beni en un descuido total en los últimos 6 meses y por ello los clanes del Beni, ligados a los carteles de Colombia, México y Brasil, hicieron su agosto”.
“El Suboficial”, como se identificó, sostiene de que a pesar de las pruebas y denuncias contundentes que registraron, el actual gobierno habría adoptado una actitud bastante extraña: “hay decenas de testigos, fotos, hasta videos de aviones entrando y saliendo en Beni; la FELCN tiene matrículas de los aviones, sabe a quiénes pertenecen (…), pero hay un hermetismo insólito en el Ministerio de Gobierno”, aseguro.
Según la fuente policial, el Ministerio de Gobierno no está dando la protección adecuada a quienes han denunciado estos hechos en la población de Bella Vista y Magdalena. “El Obispo Eugenio Coter y padre José Manuel Barri, deberían tener protección las 24 horas del día”. La Policía, según la denuncia textual: “recibe presiones del Ministerio de Gobierno para empujarnos a temas netamente políticos (…). Por ello nuestra presencia en zonas rojas disminuyó (…) puede ser la pandemia, o la situación política (…), pero esos problemas nunca afectaban las labores de inteligencia y los operativos», sostiene.
Consultamos al “suboficial” si hay avances en la investigación del escandaloso caso del Narcojet detenido en México el pasado 28 de enero con mil kilos de cocaína; hecho que el propio Ministro de Gobierno, en declaraciones a los medios de comunicación apunto por este ilícito al MAS.
Según la fuente (…), los registros oficiales que tiene la Policía, específicamente la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) demuestran que desde hace 25 años los “narcovuelos” no salen del Chapare (Cochabamba), de acuerdo a la información oficial estos salen del Beni, Santa Cruz y Pando. Además que, al menos el 65 por ciento de la pasta base que se incauta en Bolivia proviene del Perú.
Sobre el ‘Narcojet’: “no es sólo un jet (si te refieres a los de México) hay más vuelos de jets similares, pues dos días antes de ese incidente, en Cozumel, otro jet fue detenido en la población de Chetumal (estado de Quintana Roo, México) con 600 kilos de cocaína y por información oficial que tenemos, también salió del Beni”.
El suboficial, también revelo hechos escandalosos y muy preocupantes: “Hay otros vuelos que fueron a la Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, España y hasta Francia; pero estos casos no se investigan, porque quieren reserva”, denuncio.
En un último e-mail recibido, a mediados del mes de junio pasado, la fuente apunta directamente al Ministerio de Gobierno y dice: “han instruido verbalmente a nuestros superiores, no dar ningún otro detalle a la prensa sobre las investigaciones, tras la detención de 3 implicados en el hecho del Jet que salió de Guayaramerin”. La prensa sabe, añadió la fuente de que “cada vez que hacíamos un gran operativo, FELCN hacía una presentación oficial de los detenidos, junto a la droga decomisada; pero hoy, extrañamente desde el Comando, por orden del Ministro de Gobierno, las cifras y los operativos no cuadran”.
Más de 100 mil Operativos en una Década.
Si bien Evo Morales y su propio ex Ministro de Defensa Social, Felipe Cáceres admitieron públicamente, que parte de la coca excedentaria del Chapare se va al narcotráfico, según datos oficiales no sólo nacionales, sino de organismos internacionales, fue bajo esa administración donde el Estado invirtió más que nunca en equipamiento militar y policial para dotar de mejores medios de transporte (logística) y armamento a las fuerzas del orden.
Esos logros fueron reconocidos por muchas entidades internacionales: la ONU, y la propia Unión Europea destacaron la política antidroga de Morales. Esa política motivó que decenas de reportajes y artículos de opinión encuentren espacio en el New York Times, y el Washington Post, que siempre cuestionaban a Morales calificándolo de prologuista y populista.
Entre 2010 y el 2019 la FELCN realizó más de 122 mil operativos a nivel nacional. Con un promedio de 11 mil por año. En las ciudades de Cochabamba, La Paz, y Santa Cruz, se realizaron más operativos, con una media anual de 3 mil por departamento. Los datos sobre Pando, Beni y Tarija son claros, pues la misma FELCN, expone de que entre el 2013 y el 2018, se incrementaron en más 200 por ciento: en el caso del Beni pasaron de un promedio de 190 entre el 2000, a más 950 en el 2019. Anualmente la cifra de incautaciones variaba entre 150 y 195 toneladas. (Informe de Seguridad de la Casa Blanca-2018-2019)
La ‘inversión’ para la lucha contra el narcotráfico también fue histórica: Bolivia gastó más de 450 millones de dólares equipando al ejército y las unidades anti-narcóticos. Se adquirió un sistema de radares civil-militar de última generación (de Francia), que debía estar operativos a finales del 2019. Además se creó una unidad militar especializada para la Lucha Contra el Contrabando (equipada con sistema de drones y vehículos todo terreno). Al margen de ello, renovó por completo la Fuerza Aérea Boliviana, para apoyar la lucha contra el narcotráfico; adquiriendo helicópteros super puma (de ultima gama) y armamento para las unidades policiales.
Según datos oficiales de la propia FELCN, semestralmente, se realizaban un promedio de 6 mil operativos para cada semestre; indicador que se repetía con marcada tendencia en los últimos 10 años, incluso en medio de la terrible crisis política de octubre a diciembre del 2019. Por esos factores es inexplicable que, en casi 9 meses de gobierno transitorio, el Ministerio de Gobierno y la FELCN, apenas realizaron poco más 4 mil operativos, y que las incautaciones no pasen de 100 toneladas. Considerando que hoy el ejército y policía antidroga cuentan con medios de transporte y las capacidades tecnológicas, como nunca en la historia, para detectar vuelos, ‘pinchar’ llamadas y prevenir salidas de miles de narco-vuelos con destino a países vecinos.
Las denuncias de los miembros de la Iglesia Católica, las incautaciones realizadas en países vecinos, en menos de 9 meses, son muestra evidente de que el gobierno transitorio tiene otras prioridades. A esto se suma, que el Decreto Supremo 4200 (en nombre de la pandemia) da atribuciones especiales (contrarias a la ley) a la Policía-FELCN, como al Ejercito que deberían ejercer control estricto en todo el territorio nacional.
En junio del 2019, el diario conservador Pagina-7 basado en datos de la Policía boliviana, denunció que más de 30 avionetas salían diariamente del Beni: el reportaje apuntaba directamente a clanes y a algunas personas cercanas al MAS. Sin embargo, el círculo familiar más cercano, de la actual presidenta, Jeanine Añez, tiene lazos comprobados y directos con clanes de narcotraficantes. Un claro ejemplo de este hecho es que en octubre de 2017 Carlos Andrés Añéz Dorado fue detenido con 480 kilos de cocaína al aterrizar con una avioneta en Matogrosso, en el Brasil, donde aún continúa preso. Situación que fue reconocida en conferencia de prensa por la mandataria, al ser el mencionado su sobrino.
Para julio del 2019, el Ministerio de Gobierno realizo un operativo a gran escala en el Beni y se detectó decenas de hangares clandestinos, con más de 60 avionetas con registro cuestionable.
El gobierno transitorio, no solo castiga al Beni con su ineficiencia en el manejo de la Pandemia; también se hace a la vista gorda en un tema tan serio y complicado como es la lucha contra el narcotráfico. Los números en las incautaciones no cuadran; los datos en los operativos están incompletos: pero las denuncias suman y siguen, mientras los clanes han hecho del Beni ‘el Medellín de Pablo Escobar’.