Bolivia. El partido de Morales ganó las elecciones en primera vuelta.
Tras casi un año de crisis política y un gobierno de facto que persiguió a la militancia y dirigentes del MAS, partido de gobierno derrocado luego de las fuertes presiones de policías y militares, Luis Arce y David Choquehuanca fueron electos presidente y vicepresidente con más del 52% de los votos.
El candidato Luis Arce, artífice del milagro económico en el gobierno de Evo Morales, tomará las riendas de una Bolivia polarizada y en crisis económica tras una contundente victoria en las urnas, según proyecciones de dos encuestadoras privadas.
Con el escrutinio en lento avance, Arce y Morales proclamaron anoche la victoria, que fue reconocida por la propia presidenta de facto, Jeanine Áñez, quien sucedió a Morales cuando fue derrocado hace 11 meses, en medio de una fuerte convulsión social ocasionada por el rol de la OEA, que puso en duda la transferencia de las elecciones en las que Evo Morales y Álvaro García Linera habías sido legítimos triunfadores.
Bolivia “ha recuperado la democracia, quiero decirle sobre todo a los bolivianos, hemos recuperado las esperanzas”, declaró Arce, a quien sus amigos y seguidores llaman ‘Lucho’, junto a su vicepresidente, David Choquehuanca, excanciller de Morales (2006-2016).
“Lucho será nuestro presidente, él devolverá a nuestra patria el camino del crecimiento económico”, dijo Morales desde su exilio en la Argentina. En tanto Áñez, quién nunca oculto su odio al Movimiento Al Socialismo (MAS), admitió rápidamente la victoria de Arce y lo felicitó.
En cambio, el principal rival del economista, el ex presidente centrista Carlos Mesa (2003-2005) mantuvo hasta ahora el silencio. Su vocero, Ricardo Paz, dijo que esperaban “con paciencia y con tranquilidad” el resultado del final del Tribunal Supremo Electoral.
Según el canal de televisión Unitel, Arce se adjudicó en primera vuelta la presidencia con 52,4% de los votos, muy por encima del 31,5% de Mesa, su inmediato rival. En tanto, la fundación Jubileo dio a Arce el 53% de los votos y a Mesa el 30,8%.
Ambas encuestas privadas pusieron fin a la incertidumbre que imperaba en el país siete horas después del término de la votación, sin que las autoridades electorales informaran sobre los resultados preliminares.
Arce y Mesa eran los candidatos favoritos en esta votación desarrollada en una jornada tranquila, aunque envuelta en temores a que se repitieran los incidentes tras los comicios de octubre de 2019, anulados por denuncias de fraude fogoneadas por la Organización de Estados Americanos, y que terminaron con la salida de Morales bajo la fuerte presión de la cúpula militar del país.
Las autoridades electorales decidieron a última hora suprimir en estos comicios el conteo rápido, basado en la transmisión de las actas de los colegios electorales por foto.
LUCHO ARCE, ELECTO PRESIDENTE
Economista de 57 años, Arce estudió en la estatal Universidad Mayor de San Andrés, en La Paz, e hizo una maestría en la universidad británica de Warwick.
Trabajó 18 años en el Banco Central, donde ocupó diversos cargos, y fue ministro de Economía y Finanzas casi todo el periodo de Morales, con una pausa de 18 meses a causa de problemas de salud y un tratamiento que tuvo que realizar en Brasil. Tiene un perfil más técnico que político.
Con Evo Morales como presidente y Lucho Arce como ministro de Economía, Bolivia elevó su Producto Interno Bruto (PIB) de 9.500 millones de dólares anuales a 40.800 millones y redujo la pobreza del 60% a 37%, según datos oficiales.
El crecimiento y estabilidad económica le permitió al gobierno de Morales pagar bonificaciones a miles de mujeres embarazadas, escolares y ancianos, e inversiones millonarias para comenzar a industrializar la explotación del litio y el gas natural.
ELECCIONES PRESIDENCIALES 2020
Unos 7,3 millones de electores estaban llamados a votar y lo hicieron en un ambiente tranquilo pese a las tensiones de la campaña, con las ciudades bajo resguardo militar y policial, en una jornada en la que también se renovaban 166 escaños del Congreso bicameral.
La gente también fue respetuosa con las medidas de bioseguridad impuestas para evitar la propagación del coronavirus, razón por la cual la votación fue más lenta y no hubo rastro del tinte festivo de otros tiempos, con puestos de venta de comida típica, helados, globos, juegos para niños y música afuera de los centros electorales.
Ahora, el país andino atraviesa su crisis económica más profunda en casi 40 años, con una contracción prevista del PIB de 6,2% en 2020, desastre ocasionado por un gobierno de facto, que a pesar de heredar una economía ordenada y en crecimiento, utilizo los recursos para militarizar todas sus acciones y perseguir opositores, algo que Lucho Arce y David Choquehuanca deberán enfrentar, junto a otros desafíos que se vislumbran en la nueva etapa que Bolivia está por comenzar.