La Columna de Jorge Rachid. UNASUR Instrumento de Liberación Suramericana.
“Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia, que regla nuestros votos, declaramos solemnemente a la faz de la tierra que, es voluntad unánime e indudable de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli”
Vemos entonces que la Independencia Argentina, fue en el contexto de las Provincias Unidas, agregándose el 19 de julio de 1816 “de toda dominación extranjera”. Estas actas fueron escritas en 4 idiomas: castellano, aymara, guaraní y quechua, por ser muchos congresales representantes de pueblos que sólo hablaban esos idiomas: Pacheco de Melo de Chichas, Sánchez de Loria, Serrano y Malabia, de Charcas y Ribera de Mizque, todos bolivianos y altoperuanos de hoy.
La pregunta es entonces, porqué nuestra educación sistemática primaria y secundaria, insiste en enseñar una Revolución que no fue, como el 25 de mayo, donde los “decentes» de Buenos Aires deciden tomar el control del Virreynato, declarándose provincia de las Cortes de Cádiz, siendo Buenos Aires el puerto en el cual flamea la bandera española, hasta 1813 y más, y porqué se oculta la procedencia de congresales de Tucumán que visten las calles porteñas, sin decir su origen?
Una sola respuesta, Mitre su historia y la necesidad del imperio anglosajón de mantener a Sudamérica, como dice el Acta que no menciona Argentina, divida y fragmentada, impidiendo la concreción de la Confederación que proponían Artigas, San Martín, Bolívar, Monteagudo y el mismo Belgrano.
Esa misma estrategia cultural de ocultamiento de la Historia fue marcando una Argentina que se debatió entre dos modelos de país: Patria o Colonia. No es grieta, es convicción patriótica de pueblo o es sumisión pasiva a los dictados imperiales, de cualquier hegemonía mundial.
El hecho revolucionario de creación del UNASUR, sacudió la modorra del imperio, ya en el siglo XXI. EEUU eje dominante de un neoliberalismo brutal e inhumano a escala internacional, que desde los años 80 con Tacher y Reagan. habían marcado la agenda colonial a los países, que antes habían doblegado por las armas o sujetando sus economías, pero ahora, por el Consenso de Washington de democracias limitadas al Mercado, garantizando el saqueo económico y el control político de los pueblos, obtienen los mismos resultados: el coloniaje posmoderno.
La contra ofensiva de EEUU, ante el agravio producido a sus intereses, por la creación del UNASUR, hizo que desplegase sus herramientas de control y presión: juicios parlamentarios a presidentes “populistas”, persecución judicial con el Lawfare, encarcelamientos y golpes de Estado al viejo estilo de chirinada, cívico, policial militar, como en Bolivia. Ese mapa se completó con la disolución del UNASUR, la creación del Grupo de Lima y el control de la OEA, a los fines de disciplinar los países “díscolos”, con la asfixia económica del Bloqueo, que somete a los pueblos, como en los viejos castillos medievales cercados, al hambre y al caos interno. Venezuela, Cuba y Nicaragua son sufrientes actuales de ello.
En ésta situación, habiendo en el 2014 recreado el viejo anhelo de Bolívar del Congreso Anfictiónico, de unión de los pueblos, con la reunión de UNASUR y CELAC, sin EEUU ni Canadá, artífices en 1826 del fracaso de ese evento convocado por Bolívar y traicionado por su vicepresidente Santander, que impidió por la posición de esas potencias, la concreción de la unidad latinoamericana, el Imperio actual se vio sorprendido.
Porque el UNASUR permitió en su desarrollo, desplegar los instrumentos necesarios para lograr la soberanía plena del bloque, por sobre los intentos de fragmentación y sumisión. En efecto, se organizaron planificadamente, desde la Salud regional con el ISAG, ente coordinador de salud de los pueblos, el Instituto de la Defensa con producción propia de aviones y desarrollo de I+D y el diseño del Banco del Sur, para evitar los coletazos financieros de los países llamados centrales. Era demasiada Independencia, para un Imperio que siempre nos consideró “su patio trasero”.
El mundo será de los bloques, había advertido Perón en 1974, agregando que vendría el Imperialismo, por los alimentos, el agua dulce y los recursos naturales fósiles y minerales. Plena actualidad 46 años después.
Identificar los antecedentes, marcar los enemigos de la Soberanía nacional, no es profundizar la brecha, es construir nacionalidad latinoamericana, es recuperar memoria e identidad nacional, que siempre el colonizador intenta subsumir.
En ese sentido reconstruir el UNASUR se constituye en un hecho vital y revolucionario a futuro, de cara a los pueblos, porque no es un acuerdo de aranceles, como el Mercosur, que también es una herramienta, bienvenida sea, pero no de Liberación, sino mercantil y comercial, que permite actuar juntos, frente a terceros países y bloques continentales como la UE.
El UNASUR tiene en su ADN, el proyecto estratégico americano, mestizo, moreno, criollo, profundo de nuestra América Latina, con lazos perennes que enlazan religiones, costumbres, trasmisiones orales familiares y sociales, lenguas comunes y páginas de lucha por la emancipación, que relatan la historia de quienes dijeron “tierra” cuando venían a colonizar y quienes dijeron “barcos”, historia que nunca se contó, en parte porque fueron eliminados, asesinados, esclavizados en un proceso de 500 años, que sólo tiene una versión, sesgada sin dudas, de los que escriben la historia: los vencedores.
Es hora entonces, en este tiempo de reflexión profunda, con cambios paradigmáticos que encabezarán los pueblos por su supervivencia, frente a un mundo hostil e invivible, desprovisto de Humanidad, insensible y calculador, de conocer los instrumentos necesarios para hacer frente a las demandas de la hora.
No será sencillo, intentar despojar de privilegios a los dueños del poder, pero la voluntad del pueblo por escribir su propia historia, siempre venció, aún más cuando está en juego sus existencia, en una naturaleza arrasada por el capitalismo voraz, salvaje e inhumano, que reconocimos como tal, en nuestras primeras letras, de identificación patriótica: “combatiendo al capital”.
PRIMERO LA PATRIA