Durante la pandemia, las asimetrías globales se acentuaron en favor de los más poderosos, que acrecentaron sus patrimonios hasta nuevas e inadmisibles cotas concentradoras del capital.
Por Jessica Sosa
Más allá de los centenares de fallecimientos en el mundo como consecuencia de la pandemia por COVID-19, el acento de la preocupación se ubica en la profundización de las desigualdades económicas y sociales que sin duda se han incrementado tras la llegada del virus a la agenda del planeta.
Diversas organizaciones mundiales han revelado las alarmantes cifras de las crisis que esperan a la humanidad y que marcarán el escenario postpandemia. Una de ellas es Oxfam, cuyo informe más reciente «El Virus de la Desigualdad» revela datos respecto a la profundización de las inequidades en el mundo.
A Continuación Hinterlaces.net le ofrece los datos más relevantes que surgen de este documento.
- La fortuna de las personas más ricas e el mundo aumentó 3.94 billones de dólares entre el 18 de marzo y el 31 de diciembre de 2020. Su riqueza conjunta asciende hoy a 11.95 billones de dólares. Según el informe, los 10 milmillonarios con más dinero en el mundo han visto crecer su fortuna en 540 mil millones de dólares durante ese mismo período.
- Los dos milmillonarios que más se han enriquecido en este período se dedican a los sectores de la tecnología y del automóvil, la producción de baterías y el sector espacial. Por ejemplo, la riqueza neta de Elon Musk se incrementó en 128.900 millones de dólares, y la de Jeff Bezos en 78 200 millones
- Al otro extremo, estiman que al menos unas 6 mil personas «habrían podido morir de hambre en el mundo cada día a finales del 2020, a causa de los impactos de la pandemia». 56% de la población mundial vive «con tan solo entre 2 y 10 dólares al día», según Oxfam.
- Proyectan que el número total de personas en situación de pobreza podría haber incrementado entre 200 y 500 millones de personas más en 2020
- Oxfam cita al Banco Mundial, según el cual «la contracción del PIB mundial a causa de la pandemia se situará en torno al 5,2 % en 2020, y el número de países que experimentará una contracción del PIB per cápita será el más elevado desde 1870. Además, la disminución de los precios de los productos básicos y del petróleo, unido a las crisis de suministro en las cadenas de valor a nivel global, están agravando esta crisis económica, cuyo impacto no será homogéneo.
- El panorama en América Latina y el Caribe demuestra que 40 millones de personas en la región perdieron su empleo en 2020 y 52 millones más tenían muchas probabilidades de acabar en situación de pobreza. Mientras tanto la riqueza conjunta de los milmillonarios latinoamericanos aumentó 17 % entre marzo y julio de 2020. «Este incremento supone 48 000 millones de dólares adicionales, una cifra que bastaría para financiar un tercio de los paquetes de estímulo fiscal aprobados por los Gobiernos de la región en respuesta a la crisis del coronavirus durante ese período».
Desigualdades sociales, raciales y de género
Dos características tienen en común las personas que Oxfam denomina «los diez milmillonarios del mundo» son hombres y tienen piel blanca.
Según el informe de Oxfam, si la presencia de hombres y mujeres en los sectores económicos más afectados por la pandemia fuera totalmente equitativa, 112 millones de mujeres dejarían de tener un riesgo elevado de perder sus ingresos o empleos; «En los países de renta baja, el 92 % de las mujeres trabaja en el sector informal o tiene empleos peligrosos o inseguros. El coronavirus también ha generado un enorme incremento del volumen de trabajo de cuidados mal remunerado o no remunerado, que recae principalmente sobre las mujeres, y especialmente sobre las mujeres pertenecientes a grupos excluidos por razones de origen racial o étnico», se lee en el documento.
Por otra parte, entre las conclusiones destaca que, en América Latina la población afrodescendiente y los Pueblos Indígenas, que ya experimentaban una situación de exclusión, «se han visto más afectados que el resto de la sociedad: tienen más probabilidades de morir a causa del virus, y también de verse carentes de todo recurso para salir adelante».
Como ejemplo citan el caso de Brasil, donde, según los datos, «la probabilidad de morir por COVID-19 era mucho mayor entre la población afrodescendiente que entre la población brasileña blanca. Si la tasa de mortalidad hubiese sido la misma que la de las personas blancas, se habrían producido 9200 muertes menos de personas afrodescendientes entre el inicio de la pandemia y junio de 2020″.
Una de las diferencias más notables tiene que ver con las políticas de rescate de los gobiernos para con las empresas más poderosas, que han potenciado sus ganancias, mientras los esfuerzos para apoyar a las poblaciones más vulnerables han sido tímidos.
Uno de los datos más importantes del estudio de Oxfam tiene que ver con encuestas realizadas a 79 economistas de distintos países del mundo; entre ellos, 67% asegura que sus gobiernos no han adoptado ningún plan para mitigar el probable incremento de la desigualdad que provocará la pandemia. 78% prevé que la desigualdad de la riqueza aumente o aumente mucho en sus países como consecuencia de la pandemia.
Jessica Sosa