Flores había decidido abandonar la justicia, donde era fiscal del fuero penal, para ocupar la poderosa secretaría de Gobierno, aunque poco a poco su rimbombante nombramiento fue perdiendo fuerza.
Llegó con la intención de hacerse cargo de la política de Seguridad, pero finalmente el área quedó en mano del actual funcionario Bernardo Magistochi. Con el paso del tiempo, a Flores le quitaron todo «el poder de policía» del Estado local, dejó de tener injerencia en Defensa Civil, en Inspección General y en todos los mecanismos de control Su última actuación conocida fue contestar un pedido de informes de Unidad Ciudadana donde cometió la torpeza de decir que «en Morón no está proyectado ningún metrobús». La semana próxima, Flores pasará otro ex funcionario de Tagliaferro