Por ese entonces el intendente municipal, Ramiro Tagliaferro, había intentado promoverla al frente de la Secretaría de Salud Municipal; pero la asamblea de profesionales del Hospital Municipal la declaró «persona no grata»; y la médica psiquiatra (conocida por innumerable destratos a sus pares y por ser la responsable política directa del desabastecimiento del nosocomio local) tuvo que emigrar hacia San Miguel, donde en la actualidad desempeña nuevamente el cargo de Directora de Atención Primaria de Salud.
Desde allí Bertolini organiza la movilización de la denominada «Unidad Provida» que se opone terminantemente al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo y, por ende, a la legalización del aborto.
En un audio que se difundió por whatsapp, la psiquiatra dice que «para la movilización los CAPS (Centros de Atención Primaria de la Salud) que cierran a las 16 horas están autorizados a cerrar 15.50; y el personal no médico debe dirigirse a la plaza Madre Teresa de Calcuta… para de ahí partir a la marcha. Los CAPS que cierran a las 18 deben dejar un administrativo habilitado para que los médicos puedan continuar atendiendo y el resto del personal también debe dirigirse a dicha plaza de ahí se los va a distribuir a los distintos micros para concurrir a la marcha…»
Más allá de la postura personal de la cuestionada profesional de la salud, no deja de extrañar el mecanismo que utilizan los autodenominados providas para llenar la mitad de la Plaza de Mayo que estará reservada para ellos, una plaza que hace más de dos meses se tiñe de verde derecho espontáneamente y sin recurrir al aparato de una conducción estatal maniquea e hipócrita.