(Morón) Solamente tres días hábiles le llevó al fiscal Alberto Ferrario desestimar la denuncia penal por abuso presentada por la otrora secretaria del concejal Juan Nardo contra su jefe.
La joven – según consta en la denuncia 28401/18 a la que accedió este medio (Ver: «Juan Nardo fue Denunciado por su ex Secretaria…») – además de su declaración, ofreció catorce páginas impresas de los chats de «Whatsapp» con las conversaciones mantenidas con el supuesto abusador y una de Instagram.
Archivo Express
La denuncia se presentó el miércoles 4 de julio en la Unidad Fiscal de Invesitgación (UFI) 1. Su titular, Javier Baños, se la giró a la UFI 3. Fin de semana mediante y con el feriado del 9 de julio. El martes 10, su colega Alberto Ferrario, sin mandar a analizar los celulares de los involucrados, escribió que «de las capturas de pantalla de las supuestas conversaciones…, no surgen elementos que permitan inferir la comisión de un delito de acción pública» y remitió archivar la denuncia. En el dictamen del fiscal Ferrario tampoco se hace referencia a las testigos mencionadas por la ex empleada del deliberativo local en su denuncia.
Más allá de esta determinación del fiscal, se vuelve muy complicado creer en la ecuanimidad de las Unidades Fiscales Moronenses toda vez que el ex titular de la Unidad Fiscal 1, Adrián Flores, solicitó licencia a su cargo a mediados del año pasado para pasar a engrosar las filas de Ramiro Tagliaferro como Secretario de Gobierno (cargo que ocupó hasta el pasado mes de mayo); y, asistiendo a su jura al cargo los titulares de las UFI por donde pasó hace solo 15 días la denuncia en contra de Nardo, y los fiscales generales Federico Nieva Woodgate, Alejandra Varela y Karina Iuzzolino según reseñan crónicas periodísticas de ese entonces (ver: «Tagliaferro sumó un Fiscal a su Gabinete…»)
Más allá de esta determinación del fiscal, se vuelve muy complicado creer en la ecuanimidad de las Unidades Fiscales Moronenses toda vez que el ex titular de la Unidad Fiscal 1, Adrián Flores, solicitó licencia a su cargo a mediados del año pasado para pasar a engrosar las filas de Ramiro Tagliaferro como Secretario de Gobierno (cargo que ocupó hasta el pasado mes de mayo); y, asistiendo a su jura al cargo los titulares de las UFI por donde pasó hace solo 15 días la denuncia en contra de Nardo, y los fiscales generales Federico Nieva Woodgate, Alejandra Varela y Karina Iuzzolino según reseñan crónicas periodísticas de ese entonces (ver: «Tagliaferro sumó un Fiscal a su Gabinete…»)
Conocida la resolución tomada por Ferrario – y sin podernos contactar con él luego de reiterados intentos telefónicos – dialogamos brevemente con la fiscal general adjunta Karina Iuzzolino; quien explicó que la resolución tomada por su subalterno implica «que con las pruebas que hay no alcanza en este momento para seguir, más allá» y agregó: «Es una resolución tomada sólo por el fiscal…, no por el juez, que no es definitiva, puede reabrirse en cualquier momento de haber nueva prueba que implique que los hechos sucedieron y que él (Juan Nardo) es el autor…»
Iuzzolino reconoció además que el proceso penal se tramitó «rápidamente», pero se abstuvo de emitir opinión sobre el actuar de Ferrario, por no haber tenido aún acceso a la causa. Aclaró: «Yo podría intervenir como superior del fiscal… en el caso que la víctima estuviera en desacuerdo con este archivo.»
La Postura de la Denunciante
Consultada por la determinación de Ferrario de archivar su denuncia, la ex empleada no se mostró sorprendida, pero aseguró que «nadie me notificó nada».
Por otra parte agregó: «La verdad que a mi la política no me interesa, ingresé a trabajar ahí como un trabajo más. Sin visión política». Y refiriéndose a las situaciones que decantaron en su renuncia el pasado mes de junio, y su posterior denuncia penal hace sólo 14 días consideró: «Supongo que habrá aprendido. Pero yo no soy la madre de nadie ni vengo a enseñarle (a Nardo) cómo comportarse con las mujeres.» Acto seguido acotó: «senté un precedente y perdí el trabajo…»
Todo indica que la joven esperará a que pase la feria judicial para definir si insiste con la denuncia o cede ante la comodidad de los fiscales de turno, que optaron por patear la causa primero y por archivarla después, sin un mínimo indicio de investigación y sin darle posibilidad a alguna de las dos Fiscalías de Género que funcionan en este departamento judicial de abordar esta situación: «A veces es mejor tener paz que tener razón (o que me la den en este caso) así que hay que saber elegir las batallas. Y en eso estoy. Viendo qué prefiero»; cerró la joven.