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Morón. Blasa Reyes, Hermana de un Héroe de Malvinas, fue Despedida por Tagliaferro por Defender la Emergencia Educativa.

Blasa Reyes participó el pasado viernes 21 de la recolección de firmas
en contra de los recortes en las Escuelas de Educación Técnica.
Luego de eso se le informó la disolución de la relación contractual con el
municipio de Morón.
(Morón, 25/09) Ayer, desolado martes de paro, el intendente Ramiro Tagliaferro había ordenado ir con vehículos municipales a buscar a los empleados a sus casas con la firme intención de «boicotear el paro contra Mauricio Macri». Ayer, en medio del paro, renunció el presidente del Banco Central Luis Caputo. Ayer, un funcionario de «cuarta línea» municipal se sentó frente a los referentes del Centro de Ex Combatientes de Malvinas de Morón y les informó que la administrativa de ese Centro, Blasa Reyes, era despedida «porque estuvo muy expuesta como mamá de una alumna de la escuela técnica Chacabuco de Morón reclamando la emergencia educativa». Y que «más allá de haber sido agasajada por el gobierno nacional y municipal, ya está afuera por activista». Asombrados, los héroes que combatieron en las Islas quedaron aún más azorados cuando escucharon la propuesta siguiente: «Tráiganme el nombre de algún familiar de ustedes y lo nombramos en lugar de ella que ya no va a volver a ser municipal».
Persecución y Chantaje.

A la persecución fascista le siguió el chantaje macrista. Por supuesto, ninguno de los funcionarios intervinientes se hizo cargo de la decisión: «Es algo que pidió directamente Ramiro (Tagliaferro), nosotros no le podemos cuestionar nada», explicaron los funcionarios de la Secretaría de Gobierno. La cuestión es muy clara: Como Reyes, además de empleada municipal desde el año 2014, es mamá de una alumna de la Escuela Técnica N° 6 – el histórico Chacabuco de Pueyrredón y Rivadavia -, el ex esposo de María Eugenia Vidal decidió despedirla del Municipio de Morón y utilizar como chantaje una moneda de cambio con quienes, en 1982, enfrentaron a los ingleses para defender a las Islas Malvinas.
Historia de una Tragedia.
Blasa y Antonia, junto a la tumba de José Antonio en el cementerio
Darwin de Malvinas en abril de este año.
Blasa Reyes, vecina de Castelar Sur, es hermana de José Antonio Reyes Lobos, uno de los soldados enterrados como NN en el Cementerio de Darwin y que hace poco fueran identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Entre el 13 y el 22 de abril de este años, Blasa viajó a las Islas Malvinas, invitada por el Gobierno Nacional, junto a su madre María Antonieta Lobos, de 80 años, quién se traslada en silla de ruedas. Durante esos días, el Estado Nacional filmó un documental para la TV Pública, pero lo más importante para Blasa y su mamá, fue que se sentaron frente a la tumba que antes decía «soldado argentino sólo conocido por Dios», y que ahora tenían la certeza de que en ese pedazo de tierra argentina, yacían los resto de su hermano, de su hijo, un héroe de nuestra Patria.
Con sus 80 años a cuesta, María Antonieta volvió a Castelar Sur con la tranquilidad de saber dónde descansan los restos de su «hijo héroe». Blasa, volvió a sus tareas cotidianas: todos los días a trabajar como administrativa en la sede de los Ex Combatientes y a criar a sus hijas. En el medio, el gobierno provincial de María Eugenia Vidal avanzó con el avasallamiento de las escuelas técnicas y, como tantos otros padres y madres de la provincia, decidió salir a defender la escuela de su hija. Un par de movilizaciones con la comunidad educativa bastaron para desatar la furia de Ramiro Tagliaferro, quién decidió cancelar su contrato y dejarla sin trabajo sin importarle quién es ella ni los homenajes brindados oportunamente por su propio gobierno. Ahora, a Blasa, no solo le pesa su historia, también su presente.
El Fascismo y la Estupidez Humana.
Increíblemente la historia de la humanidad puede relatar reiteradamente cómo hay conductas fascistas que se repiten permanentemente a lo largo de los años, como si no hubiéramos aprendido nada. Persecuciones que parecieran de siglos pasados, espionajes a través de las redes sociales, jóvenes que esconden sus perfiles de Facebook para que no se «descubran» sus formas de pensar. Todos signos de una época signada por la manipulación judicial, por el odio de clases, por la idea de algunos de creerse superiores al resto. Así y todo dejar sin trabajo a la hermana de un héroe de la Patria, para que quede desamparada una madre de 80 años y por el sólo hecho de defender la educación de su propia hija, además de una cuestión fascista es una estupidez. El fascismo, a la larga o a la corta, se juzga. La estupidez humana no tiene retorno.
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