Un Apriete en Pleno Horario Laboral.
En efecto, el violento suceso ocurrió alrededor de las 11 a.m. de este viernes, minutos antes de que todos los jefes de servicios médicos de ese nosocomio se reunieran en una de las oficinas del 7mo piso del hospital donde funciona el servicio de psiquiatría conducido por Mannoia; por lo que la solidaridad de los profesionales médicos fue inmediato, intentando en vano ser recibidos por el director de Recursos Humanos Juan Ignacio Leonardi; superior inmediato del ahora titular de la seguridad hospitalaria Federico Botto.
Un Patotero al Servicio de Darío Silva.
En diálogo con nuestro medio una consternada pero firme Mannoia explicó lo sucedido: «Hoy mientras estaba trabajando en el servicio (de psiquiatría) en el cual estoy cumpliendo la función de jefa, ingresa un individuo que se presentó como personal de seguridad, sin uniforme, sin golpear la puerta, con un cartel en la mano que yo había pegado hacía dos días para informar a los pacientes qué médicos habían sido despedidos: me toma la mano, se presenta, me agarra del antebraso, me lo aprieta y me dice: «esto no se puede hacer» con el cartel completamente roto. Yo le dije que no era nadie para entrar al servicio y sacar algo que pertenecía al servicio, que me tendría que haber pedido permiso mínimamente.»
Según relató, la profesional a sus colegas el «patotero» en cuestión se presentó como Ariel; pero luego de chequear varias fotografías en donde se lo veía con el hombre fuerte de ATE y ex enfermero del Posadas, Darío Silva; se concluyó que ese nombre era falso y que la identidad verdadera del individuo era la de Gustavo Bahut; un simple empleado de seguridad primero y de monitoreo después, que ya se había hecho trístemente célebre en el año 2016 persiguiendo a los primeros despedidos del Posadas que habían decidido acampar en el hall central del mismo para visibilizar su lucha. El mismo Bahut, de hecho había sufrido entonces el despido de sus familiares y amigos a manos del entonces director ejecutivo Alberto Díaz Legaspe; pero en vez de defender los intereses de su sangre y de sus compañeros de clase optó por seguir al servicio del colaboracionista Darío Silva y por ende de la patronal Macrista.
«¿Cómo hacemos para Atender a 1000 Pacientes Sólo 3 Psiquiatras?»
«Entonces me comuniqué con el jefe de seguridad (Federico Botto),» continuó relatando con dignidad Mannoia, «le dije «¿cómo puede ser que me vengan a patotear así? Me arrancaron un cartel.» Y él me contestó: «El cartel bien arrancado está. Cerrá la boca y atendé a los pacientes que los tenés que seguir atendiendo igual.» Le dije yo: ¿Cómo puedo hacer yo para atender sola con dos psiquiatras más que quedamos a mil pacientes?» Y me cortó el teléfono.»
Y agregó: «No fuimos recibidos en dirección ninguno de los jefes, porque me acompañaron un montón de jefes para hacer la denuncia en dirección.»
«¡No hables Tanto, callate la Boca…!»
La doctora Mannoia entiende que, en cierta medida, el desmantelamiento del servicio de psiquiatría se debe a las denuncias públicas y enfrentamientos que viene manteniendo con el gremio de Darío Silva, a raíz de un profundo replanteo estructural que intentó realizar en el sector de psicología, ante el evidente destrato a los pacientes que recurrían a ese servicio, quienes en reiteradas ocasiones eran dejados sin atención o se los derivaba, por ejemplo, al servicio de guardia cuando debían ser sometidos a un seguimiento más estricto y personalizado, sin el consentimiento de la jefatura de ese departamento
Es que los psicólogos del Hospital Posadas se encuentran todos amparados bajo el sucio manto de Silva.
Así lo explicó Mannoia: «Por diferentes interlocutores que responden al gremio de ATE de Darío Silva, me pidieron que me calle la boca varias veces desde hace más o menos cinco meses. Porque yo no estaba de acuerdo cómo estaba funcionando la sección de psicología, de la cual yo soy jefa porque depende del área de psiquiatría. Y como todo psicología está adherido al gremio de ATE y yo quise empezar a poner orden, que se empiece a trabajar bien y que se les brinde a los pacientes un tratamiento adecuado; y que dejen de elegir a los pacientes, porque hacen eso en un hospital público; empezaron los llamados telefónicos que me decían: «No hables tanto; Callate la boca; No te metas con las psicólogas».» Y relacionó: «A partir de ahí empezaron a despedir a todos los psiquiatras, despidieron a cinco psiquiatras. Y qu la edamos hoy sólo tres psiquiatras en el servicio.»
Temo por mi Integridad Física y la de Mi Familia.
Mannoia al Momento de Presentar la Denuncia Penal en contra de Botto y Bahut. |
A pesar de esta virulenta interna fogoneada desde las filas de Silva que pone en peligro no sólo la integridad física de la profesional, si no también de la totalidad de los pacientes psiquiátricos del Posadas; Mannoia no cree que se trate simplemente de un ajuste de cuentas gremial, si no más bien de un eslabón más de la política ejecutada por el macrismo que en el Posadas representan Enrique Bertoldi Hepburn y Juan Ignacio Leonardi: «Yo creo que es todo parte del ajuste del gobierno. El ajuste se hace de diferentes formas y este es otro tipo de herramienta para ajustar: Si bien fue un mensaje directo para psiquiatría, es parte del ajuste»; sentenció, para luego agregar que, aunque no piensa desistir en su lucha por una salud de calidad, «tengo miedo por mi integridad física, la de mi familia, y por mi fuente de trabajo y la de mis compañeros.»
La Denuncia Penal.
Gisela Mannoia se presentó en la Fiscalía de Morón acompañada por los referentes de la CICOP Antonio Barrera, Mirtha Jaime y Evangelina Martínez. |
Ante la inacción y evidente connivencia de las autoridades del Hospital Posadas luego del amedrentamiento y violencia institucional sufridos por Gisela Mannoia, la psiquiatra se dirigió a la Unidad Fiscal 6 de Morón (acompañada por integrantes de la asociación de profesionales del Hospital Posadas) donde radicó la correspondiente denuncia penal que se tramita bajo la IPP 41346-18.
A continuación adjuntamos los facsímiles de la misma: