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Morón. Sínodo Diocesano: «Nadie puede ser Feliz Rodeado de Infelicidad…» aseguró el Obispo Diocesano.

(Morón, 13/10) Un multitudinario sínodo de la Iglesia Católica moronense se llevó a cabo en las instalaciones del Colegio San José de Morón (ver: «Se lleva a Cabo el Sínodo Diocesano»). Con una concurrencia que superó holgadamente el millar de feligreses, los católicos de Morón, Hurlingham e Ituzaingó reflexionaron sobre los desafíos que su comunidad cristiana debe afrontar en un contexto donde la brecha entre ricos y pobres es cada vez más amplia, y la injusticia social hace cada vez más difícil la vida de los más vulnerables.

Activa Participación de Políticos Católicos.

De esta jornada, además de la feligresía agrupada en parroquias y de aquellos cristianos que se acercaron sin pertenencia directa a ninguna comunidad eclesial de base; participaron también referentes políticos del distrito como la concejal Sandra Yametti (GEN), los concejales Rogelia Franco y Diego Spina (UC) o el Secretario de Políticas Sociales y Abordajes Integrales de Morón, Claudio Faro (Cambiemos), entre otros. Los referentes políticos participaron de una comisión que abordaba esa temática desde la visión cristiana a la que se sumó activamente el obispo Jorge Vázquez.
«Los Gritos de los Pobres son Llamadas de Dios…»

Luego de casi 9 horas de trabajo comunitario, el encuentro cerró con la celebración de una misa presidida por el obispo diocesano, quien en una breve pero significativa homilía resaltó la necesidad de que la Iglesia trabajara en pos de la felicidad de los más pobres y vulnerables: «Dios y el Espíritu nos habla a través de la realidad, la realidad concreta en la que vivimos, los gritos de los pobres son llamadas de Dios» dijo Vázquez quien expreso su deseo de «que en este viajar (la vida) tengamos la conciencia de que tenemos que trabajar por la felicidad de todos: Nadie puede ser feliz plenamente cuando está rodeado de infelicidad; no se puede ser plenamente feliz cuando hay hermanos que tienen mucho dolor;» consideró y volvió sobre la base de la doctrina social de la Iglesia al resaltar que «Jesús está presente en los hermanos, sobre todo en los más pobres… es un desafío que Jesús nos presenta a que tengamos misericordia con él: «Tuve hambre y me diste de comer, estaba enfermo y me visitaste, preso y también me viniste a ver»… Por eso el sueño de Dios es una Iglesia pobre para los pobres, por lo menos (debemos) caminar hacia eso»; concluyó.
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