El Feminismo defiende la Vida.
En el barrio el feminismo asume la defensa de la vida, la cotidiana, la de dar de comer, vestir y cuidar la cría. Sostiene esas vidas de la mejor manera posible aunque la realidad (y los gobiernos) se encarga de hacer siempre las cosas más difíciles.
En el barrio nos duele el aborto, porque es mayormente la única respuesta posible a una violación, a situaciones de violencia, de no consentimiento, a la falta de información veraz y a la accesibilidad a los métodos anticonceptivos. Y porque al ser ilegal trae consecuencias graves de salud y de vida para las mujeres.
Entonces… no es justo que hablemos de «pro vida» para referirnos a los antiderechos. Porque las feministas en el barrio le peleamos a la vida cada instante, y defendemos mucho más que «las dos vidas».
El Cuco de la Ideología de Género.
El feminismo en los barrios también se encuentra con un nuevo cuco: «la ideología de género». Algunas iglesias y sectores ortodoxos han construido esa categoría robándose una vez más su significado: otra forma de desvirtuar la aceptación y respeto del/de la diferente o disidente. «No juzgues al prójimo… solo nos juzga Dios» nos susurran a las feministas que creen que la fe puede mover las montañas que nos han tirado encima para ocultarnos y callarnos.
“¡Con mis hijos no!”, reza el título de la publicación. Y es tarea feminista explicar que la Educación Sexual Integral en la infancia es necesaria para poder decir “¡No, es No!” Y sembrar en nuestros niñes la autoestima y fortaleza necesarias para denunciar los abusos intrafamiliares y romper con la trama de complicidades. Ese «¡No te metas!» que garantiza continuidad en un mirar para otro lado ante la cantidad de derechos vulnerados.
Hacia la Deconstrucción del Machismo Social.
Avanza el feminismo en los barrios cuando más pibas ejercemos el derecho a jugar al deporte más popular en nuestros pagos: el fútbol. Y cuando vamos empujando que las instituciones, desde las familias y vecinos hasta los clubes y asociaciones, nos tomen en cuenta, aun en aquellas con mayores prejuicios.
Pero, además de todo eso, el feminismo en el barrio se organiza junto a los varones y disidencias. Porque elles son nuestres compañeres de lucha, porque apostamos a la deconstrucción de sus machismos (y también a la nuestra) y porque somos víctimas comunes de un sistema que intenta dejarnos fuera.
Porque vamos a cambiar juntes esta sociedad, y porque sabemos que más temprano que tarde #SeVaACaer.