Una mujer de 36 años fue asesinada este lunes de 31 puñaladas y golpes en la cabeza en el partido bonaerense Moreno, luego de arrojar gas pimienta contra sus homicidas al resistirse a un asalto, en momentos en que se dirigía a trabajar. Por el crimen fueron detenidos dos vecinos, según informaron fuentes policiales y judiciales.
El hecho ocurrió esta madrugada en el cruce de Malabia y avenida San Fernando, de la localidad de Cuartel V del mencionado distrito del oeste del conurbano bonaerense. La víctima fue identificada como Débora Ángela Ríos (36), quien se desempeñaba como playera en una estación de servicio YPF de General Pacheco.
Testigos del crimen aseguran que la mujer «le rogó a los delincuentes que no la mataran, porque tenía un hijo», sin embargo, la asesinaron brutalmente. En principio, los investigadores creían que había sido atacada con una botella, aunque la autopsia reveló que la víctima presentaba un fuerte traumatismo de cráneo, aparentemente provocado por una patada. Además, el cuerpo presentaba 31 heridas «punzantes y cortantes».
En ese sentido, fuentes judiciales indicaron que el resultado preliminar de la autopsia señala que la muerte se produjo por un “traumatismo de cráneo”, producto aparentemente de una fuerte patada. También se constató la saña y crueldad con la que fue asesinada, ya que el cuerpo de la mujer tenía además 31 heridas, “muchas de ellas punzantes y cortantes”.
“Por las heridas se utilizó un cuchillo de un solo filo y un elemento similar a un destornillador”, indicaron las fuentes con acceso al expediente, quienes detallaron que las heridas, en su mayoría fueron realizadas en la zona del estómago y en uno de los brazos, por lo que se cree que son lesiones que recibió cuando se defendía de los femicidas.
Tras un relevamiento por el barrio, los detectives de la policía bonaerense identificaron y aprehendieron primero a un joven identificado como Enzo Leonel Aylan, de 24 años, en un domicilio ubicado a 100 metros de la escena del crimen, sobre avenida San Fernando y Montes de Oca.
Horas previas al asesinato, Aylan había dejado en un mensaje en su red social de Facebook en el que conversaba con su hermana y alertaba que planeaba salir a robar. Y tras el crimen, los investigadores «secuestraron en la casa del imputado un par de zapatillas recién lavadas que podrían tener rastros de sangre», remarcaron fuentes policiales.
“Cero peso ya van a esperar de mí”, señalaba Aylan en su muro de Facebook, tras lo cual una de sus hermanas le respondió: “Portate bien hermano, no hagas cagada por favor. Andá a descansar”. Durante la requisa la autoridades esperaban encontrar las pertenencias de la víctima, entre las que había «un teléfono celular marca Samsung y una mochila«, dos elementos que aún no fueron localizados.
Más tarde, los detectives de la Comisaría 4ta y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de la localidad lograron aprehender a un segundo sospechoso, identificado como Alexis Iván Matcovich, de 20 años, en un domicilio ubicado también a pocos metros del lugar del crimen.
Asimismo, fuentes judiciales no descartaron la participación «de una tercera persona, que sería amigo y vecino de los dos detenidos». En ese sentido, los investigadores también sospechan que existe la posibilidad de que los criminales «ya conocieran de vista a la víctima».
Débora Ríos fue encontrada cerca de las 4 de la mañana tendida boca arriba, con manchas de sangre en el rostro y golpes en la cabeza, vestida con un mameluco de trabajo perteneciente a la empresa YPF, ya que trabajaba en una estación de servicio de esa compañía.
A un metro de la cabeza de la víctima, en tanto, los pesquisas hallaron un aerosol de gas pimienta, por lo que realizaran un peritaje a las vestimentas de los detenidos para conocer si lo utilizó para defenderse.
Según lo que pudieron reconstruir los investigadores, Ríos fue interceptada por dos delincuentes que quisieron asaltarla, intentó defenderse con el gas irritante y luego fue asesinada a golpes y cuchillazos.
La mujer fue identificada en el lugar por su hermano, quien explicó que viven en una de las casas del barrio Ara San Juan, cercano a la escena del crimen, y que ella salía todos los días a las 4 de la madrugada rumbo a su trabajo como playera de una estación de servicio de General Pacheco, partido de Tigre.
La hipótesis de un homicidio en ocasión de robo surgió desde el inicio de la pesquisa, ya que los policías de la Comisaría 4ta y de la DDI de Moreno obtuvieron el testimonio de una testigo clave que llegó a escuchar el intento de asalto y también orientó a los pesquisas a los posibles autores.
La testigo le contó a los investigadores que escuchó gritar a la víctima cuando le rogaba a los delincuentes que no la lastimaran. Además, escuchó a un hombre que le decía: “dale todo que no te va a lastimar”. Luego también pudo oir a la mujer que le contestó: “No, tengo un hijo”.
Por último, cabe mencionar que el caso es investigado por la fiscal Carina Saucedo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Moreno, quien dispuso que ambos imputados quedaran alojados en los calabozos de la comisaría de Cuartel V. En tanto, mañana serán trasladados a la fiscalía para ser indagados por la causa caratulada como “Homicidio en concurso real con robo agravado”.