Por Alejandro Ivanoff
2020: El pseudoanarquismo sale a la cancha
Con consignas antivacunas, antipolítica y antipopulistas, negando la pandemia y organizando marchas al obelisco, los anticuarentena libertarios crearon la caja de resonancia mediática que necesitaban. Con ideas de propiedad privada y antiperonismo, vociferan sus discursos violentos y desopilantes, buscando galvanizar las variantes liberales clásicas, monarquistas, conservadoras y anarcocapitalistas; y aunque rechazan ser etiquetados como derecha, aquí hay pruebas que lo demuestran.
Este movimiento libertario no es anarquista, aunque se lo clasifique como tal. Sus ideas son procapitalistas, privatizantes, defensoras del libre mercado y la propiedad privada, y sobre todo anticomunistas, en las antípodas del anarquismo histórico, que está basado en el colectivismo, la revolución, la autogestión, la antijerarquía y lo antiestatal. Bakunin y Proudhon se están revolcando en sus tumbas al ver cómo se ha usurpado el término libertario.
Los libertarios tienen tentáculos diversos y se financian con centros de pensamientos y propaganda ideológica a través de poderosas ONG y fundaciones, que inyectan millones de dólares para formar dirigentes liberales que influyan en el poder público y político; entre ellas están en el país RELIAL, Red por la libertad, Federalismo y Libertad, y están articuladas con otras redes mayores Ayn Rand Center, Cadal, Fundación Nauman, Atlas, Instituto Acton y otras doscientas más.
Estas organizaciones invitan y financian a Lilita Carrió, Marcos Aguinis, Javier Milei, José Luis Espert, Rosendo Fraga, Domingo Cavallo, Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Daniel Santoro, Laura Alonso, entre otros; macristas y libertarios son auspiciados por las mismas fundaciones: “pájaros de un mismo plumaje se juntan.”
Espert y Milei: ¡Qué par de pájaros los dos!
Las cabezas visibles libertarias en el país son los economistas José Luis Espert y Javier Milei. Ambos, con aspiraciones presidenciales y legislativas, con vistas al 2021, multiplican sus apariciones televisivas, visibilizando sus ideas reaccionarias. Espert dice: “Vamos a bajar la imputabilidad a los 14 años, necesitamos más cárceles», «Si llego a la presidencia, las mujeres no tendrán ningún derecho» «Van a tener que ensuciarse las manos, hablar con peronistas, kirchneristas, como yo me ensucio con la mugre a veces», «Si no quieren prostituirse un poco, no se metan en política», «La lucha por la igualdad de géneros es un curro», «Las Malvinas no son argentinas”, entre otras frases cavernarias.
Milei, el aliado de Espert, desfila por los medios con su verborrea guaranga y agresiva, y declaraciones incendiarias, tales como: “Menem fue el mejor presidente de la historia y Cavallo el mejor ministro», «Argentina es un país inviable con destino africano», «Máximo Kirchner tendría que ir a una salita especial», «La justicia social es una farsa», «Los zurdos son el club de las porongas cortas», «Con el culo ajeno somos todos putos», «Voy a ir con mis amigos a dinamitar el Banco Central, no lo quiero ni de museo», «Zurdos hijos de puta, tiemblen”. Milei tiene, además, denuncias en San José de Metán por discriminación y violencia de género hacia una periodista y hacia una moza.
Incubando el próximo arquetipo social
Los principales propagandistas de odio clasista son dos provocadores que en estas últimas marchas consiguieron su tiempo de fama. Lilia Adela Bolúkalo Lemoine, alias Lady Lemon o Generala Ancap, es una youtuber cosplaying, actriz y ex candidata de Espert. Sus disfraces, culto a la estética y el modelaje, y sus books semieróticos arrastran miles de seguidores en las redes sociales y desde allí difunde su perfil blanco, ario y rebelde, junto a sus ideas anticomunistas y conspiranoicas. Se hizo famosa por arrojar un huevo al móvil de C5N en la movilización del 17A. Lilia se burló de la muerte de Santiago Maldonado y declaró: “Hay demasiada izquierda en la Argentina, hay que limpiar la Constitución. Si hubiera prestado servicios sexuales, con mi aspecto entrepreneur, sería millonaria.”
Otro pregonero de la ultraderecha es Eduardo Miguel Presto Felippo, “El Presto”, periodista e influencer con miles de seguidores y director del portal Data 24, y que amenazó de muerte a Cristina. Sus videos son machistas, antifeministas y racistas, y ha esbozado frases como “Che, inútil, Alberto Fernández, ya sabés que te vas a ir escupiendo sangre», «El kirchnerismo es una enfermedad mental», «Haga patria, mate un chorro» o «Las mujeres aborteras son estúpidas e histéricas”.
Digno de un psicoanálisis es el discurso de todos ellos, de corte sexista, patriarcal y misógino. Los líderes libertarios tienen un grave problema con el género.
Engendrando dictadores desde el talk-show
La bandera de Gadsen, utilizada por estos libertarios, tiene el color amarillo del patrón oro, que simboliza la autoridad material del dinero y las leyes de oferta y demanda, y tiene una víbora adentro. Aunque la llamada bandera Gadsen Flag significó originalmente otra cosa, como el patriotismo, ahora representa la serpiente fascista que se incuba dentro del huevo libertario. Las marchas opositoras del odio van creando el nuevo arquetipo por el cual claman los antipolítica, la encarnación de dictadores al estilo Trump o Bolsonaro, pero más fashion: republicanos ultraliberales dispuestos a todo lo peor y «haciéndonos reír».
Es tarea popular destruir al huevo neofascista antes de que nazca el engendro. Hay que abortarlo aquí y ahora, y no bastará esperar elecciones cada dos años. Miles de jóvenes, hastiados del bipartidismo, son el caldo de cultivo. Detrás del estilo burlesco libertario, hay un espíritu autoritario lleno de odio, y como el payaso de la película It, quieren materializar un nuevo monstruo en la política, asesino y fantoche, por si nos faltaban sorpresas en este 2020.
Sobre Alejandro Ivanoff:
Soy periodista de investigación desde hace 33 años. Actor, columnista gráfico y televisivo, productor y conductor radial, y estudiante de psicoanálisis. Me defino como un antifascista. Siempre busco generar contrainformación que sea verídica y construir resistencia a los multimedios hegemónicos.