Dirigentes de la coalición Republicanos Unidos, espacio liberal que encabezan los alicaídos Ricardo López Murphy y Darío Lopérfido, presentaron una denuncia contra el presidente de la Nación, Alberto Fernández, por realizar el velorio de Diego Armando Maradona en la Casa Rosada.
La denuncia fue presentada el mismo día del velatorio, el jueves 26 de noviembre, por el abogado Yamil Santoro y el politólogo Antonio Fratamico, ambos dirigentes de Republicanos Unidos.
Según consta en el expediente, que recayó en el Juzgado Criminal y Correccional Federal 2, acusan a Fernández de “haber generado una situación violatoria de las normas sanitarias del Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio” (DISPO), y por incurrir en un supuesto “abuso de autoridad”.
EL DOBLE ESTÁNDAR
Llama la atención que Santoro y Fratamico, u otros dirigentes del grupo liberal Republicanos Unidos, no hayan reaccionado de la misma manera ni tampoco hayan realizado ninguna denuncia formal contra la ex ministra de Seguridad del gobierno de Cambiemos, Patricia Bullrich, por convocar a manifestaciones en plena fase de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).
Las convocatorias a protestar contra el Gobierno nacional, como las del 17 de agosto o el 12 de octubre, por mencionar algunas, fueron fogoneadas por dirigentes del macrismo y el radicalismo, como Luis Brandoni, y el mismo ex presidente, Mauricio Macri, a pesar de estar en plena vigencia el ASPO.
De hecho, muchos de los manifestantes rechazaban con fuerza la disposición oficial del uso obligatorio del barbijo o tapaboca, lo que provocó un aumento exponencial de los contagios de Covid-19 en la región Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Como es de público conocimiento, la propia Patricia Bullrich dio positivo de coronavirus tras participar de la convocatoria del #17A, y para muchos especialistas, los contagios se dispararon a partir de estas protestas, incluso hubo víctimas fatales a causa del Covid-19 entre los manifestantes. Sin embargo, el entorno de López Murphy y Lopérfido no realizó ninguna denuncia contra dirigentes del PRO o la UCR.
EL FUNERAL DE DIEGO EN LA ROSADA
Santoro y Fratamico en la presentación judicial afirmaron que: “El 25 de noviembre de 2020, el denunciado ofreció las instalaciones de la Casa Rosada a la familia de Diego Armando Maradona, para que se realizara en dicho edificio público, el velatorio del fallecido futbolista. La actual situación sanitaria que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires ha obligado a las autoridades nacionales a establecer el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO) situación que exige, fundamentalmente, una determinada distancia física entre los individuos y la utilización de barbijos”.
Este cuestionamiento tiene como único objetivo desgastar y generar una sensación de ingobernabilidad, ya que la decisión presidencial fue minuciosamente argumentada en el Decreto (publicado en el Boletín oficial) que oficializó los tres días de Duelo nacional por la muerte de Maradona, lo que también habilitó el funeral en la Rosada. En ese marco, la voluntad de los Republicanos Unidos Santoro y Fratamico de socavar la figura de Fernández queda en evidencia, por su doble estándar o, en su defecto, su falta de coherencia.
Ninguna otra personalidad de la Argentina o el mundo podría haber generado el dolor y la euforia que generó la muerte de Maradona, reconocido como “D10S” a nivel internacional, lo que terminó por convertir a este suceso en el mayor funeral del planeta y de la historia. Sin embargo, a diferencia de las manifestaciones que se hicieron durante el ASPO, la gente en su mayoría utilizó el barbijo y solo se desmadró la situación a causa de la represión y la violencia desmedida ejercida por la Policía de la Ciudad, aunque Santoro y Fratamico no demandaron al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Sin duda, la parte más reaccionaria de la demanda de los dirigentes de Republicanos Unidos es el párrafo en que estigmatizan y discriminan a quienes asistieron a despedir al crack del fútbol, al pueblo, al que definen como “elementos marginales que rodean eventos populares de estas características”. Quizá esa simple oración define claramente los intereses y objetivos de estos personajes, que entienden y convalidan el odio de clase hacia un gobierno democrático y desprecian el amor y el clamor popular por el máximo héroe del fútbol argentino.
El texto de la demanda señala que: “La realización de un velatorio de concurrencia masiva en la Casa Rosada, Plaza de Mayo y sus inmediaciones resultaba, ya antes de la convocatoria, una actividad incompatible con el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO). Esta previsión resulta inexcusable para cualquier persona que conozca la cultura argentina, su relación con el fútbol, las barras bravas y demás elementos marginales que rodean eventos populares de estas características. Y más aún para quienes tienen responsabilidades de gobierno”.
Finalmente, cabe destacar que la argumentación de Santoro, además de ser contradictoria y de desconocer las diferencias entre el ASPO y el DISPO, termina sin entender la magnitud de lo que representa y siempre representó la figura de Maradona (algo que si deja en claro el Decreto presidencial), ya que en la demanda asegura que el velorio en Casa Rosada “ha vulnerado el principio de igualdad ante la ley (art. 16 de la Constitución Nacional) al conferir a la familia del destacado futbolista un trato diferente, en materia de velatorios, que el que recibe –normas sanitarias mediante- cualquier otra familia argentina que sufre el fallecimiento de un ser querido”.
EL DECRETO PRESIDENCIAL
