La Fortuna Que Tagliaferro No Puede Explicar.
Además de que el intendente Ramiro Tagliaferro se tomó más vacaciones que las que le correspondía y cometió la grave falta de dejar acéfalo al municipio, otro de los detalles más escandalosos de sus vacaciones es que el ex de Vidal no puede justificar las fortunas que gasta. De acuerdo a la información que consta en el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y que la propia Vidal mandó a investigar, su ex esposo gasta $ 52.000 en tarjetas de crédito y además paga un crédito de $ 30.000 mensuales. Pero su sueldo como intendente es de $ 81.010. Con esos ingresos y egresos, es imposible que se haya alojado en Barra de Tujica en Brasil y en Puerto Banús en España. Como si fuera poco, en la Declaración Jurada de Bienes presentada en el Municipio de Morón en 2016 dijo que, a modo de «adelanto de herencia», recibió una propiedad en Esquel, provincia de Chubut, valuada en $ 600.000. Pero en 2018, le dijo a la AFIP y al portal de noticias Infobae, que en Esquel recibió como «donación» una propiedad valuada en $ 4.500.000 (cuatro millones quinientos mil pesos). ¿Es herencia familiar? ¿Es donación privada? ¿Vale 600 mil pesos o cuatro millones y medio?
Tagliaferro le dijo a @infobae q «le donaron» una casa en Esquel x $ 4,5 millones.
En 2016 declaró q la misma tenía un valor de mercado de $ 600.000.
En 3 años su casa, septuplicó su valor en pesos y lo triplicó en dólares. Pasó de u$d 40 mil a u$d 120 mil.— Larry ? (@torrillate) 27 de enero de 2019
Silencio Oficial.
La controversia generada por las exorbitantes vacaciones del intendente Ramiro Tagliaferro y su novia Vázquez Arizeta tomó mayor envergadura ante el silencio oficial. Ni la Secretaría de Comunicación del Municipio, ni ninguno de sus concejales se animaron a salir en defensa de su jefe. Todos saben que sus viajes afuera de país y al sur de la Argentina quedaron registrados en la Aduana. Que los mismos se hicieron sin autorización y que su ex esposa, la gobernadora María Eugenia Vidal, está analizando con mucho malestar sus extravagantes movimientos.