En un breve diálogo, monseñor Vázquez, explicó: «Estamos yendo para La Rioja… para la celebración de la beatificación de los mártires. Y son los primeros mártires que tiene nuestra patria; por eso celebramos esta Pascua de una manera especial: adhiriéndonos especialmente a la alegría de la Iglesia riojana…» Y destacó: «El gesto de dar la vida por los demás, de dar la vida por Cristo. En realidad, siguiendo las huellas del mismo Cristo que fue el que dio la vida por nosotros… Los mártires continúan ese gesto de dar la vida por los demás.»
Enrique Angelelli murió en un fingido accidente de tránsito el 4 de agosto de 1976 a la altura del paraje Punta de los Llanos, cuando volvía hacia La Rioja luego de una misa celebrada en Chamical en honor a los ya asesinados sacerdotes Murías y Longueville (18 de julio 1976), y el laico Pedernera (25 de julio de ese año). El obispo riojano llevaba consigo documentación acerca de los asesinatos de sus tres referentes con la intención de desenmascarar quiénes habían sido los autores del mismo, cuando fue encerrado por un automóvil que lo hizo volcar, para posteriormente ser desnucado.
Sin entrar en estos detalles, Vázquez confirmó el martirio de su hermano en el episcopado: «Lo de Angelelli fue un crimen… en una época muy trágica de nuestra patria», y refrendó los dichos de su entrevistador sobre que «sobre Angelelli se tejieron un montón de patrañas», al aclarar que «aún hoy algunos siguen con eso».