(Miami) El pasado 15 de mayo, el concejal ultramacrista Emiliano Catena abandonó entre gallos y mediasnoches el país junto a su hija para reunirse en Miami con la madre de la niña, María Laura, quien, desde ya hace varios meses se encuentra en la icónica ciudad norteamericana, destino predilecto de latinos encandilados por las mieles del espectáculo y el promocionado «American Way» o estilo de vida (norte)americano.
María Laura Piedrabuena, fue la tristemente recordada directora de atención al vecino durante el último período de la gestión de Ramiro Tagliaferro (desde el 29 de diciembre de 2017 hasta la finalización de su mandato). Sin ir más lejos, apenas asumido su mandato como funcionaria municipal, Piedrabuena se ganó la antipatía de sus empleados por su poco apego al trabajo y sus pretendidos viajes encubiertos al exterior con el ya entonces concejal Emiliano Catena (ver: «Concejales y Funcionarios de Cambiemos viajan a Miami…»), y con más de un vecino por incumplir con la normativa vigente y brindar recitales en lugares no habilitados para tal fin con la banda Sindicato del Rock conducida por el ex contador de la pareja Vidal-Tagliaferro, Carlos «Charly» Rebagliatti (ver: «María Piedra Buena de Telefe a la Dirección de Atención al Vecino» y «Repercusiones de la Fiesta Bailable de Funcionarios, Familiares y Amigos de Tagliaferro…»)-
Lejos de ese paso errático por la función pública, hoy Piedrabuena se instaló en Miami Beach donde despunta su talento musical coucheada por el conocido cazador de talentos latinos cubano-estadounidense, Rudy Pérez, y donde persigue la sombra del guatemalteco Ricardo Arjona que hasta compartió uno de los unplugged de la pareja de Catena en sus redes sociales.
Quizá el futuro apátrida prometedor de Piedrabuena sirva para comprender la irresponsabilidad cívica e institucional del concejal Emiliano Catena quién se fue al país más afectado por la pandemia del COVID-19 sin siquiera avisarles a sus compañeros de bancada e involucrando a otros funcionarios en la presentación de documentación pública de dudosa veracidad; aunque es poco probable que esa bonita historia sea suficiente para frenar el proceso judicial en su contra y la indignación del ayuntamiento local que puso en agenda su posible destitución.